Del grito del elotero al canto del panadero: los pregoneros campechanos mantienen viva una tradición de marketing que las redes sociales no han podido reemplazar.
Hace unos días, mientras estaba en casa revisando pendientes, escuché un sonido que me hizo detenerme: el pregón del vendedor de elotes. Esa voz potente, repetitiva, que recorría la calle con un timbre inconfundible, me transportó de golpe a mi infancia.
Me pregunté: ¿cómo eran los pregoneros antes, cuando no existía internet, ni redes sociales, ni siquiera espectaculares en las avenidas? ¿Cómo lograban vender sus productos sin un plan de marketing digital ni anuncios de pago?
La respuesta estaba frente a mí: ellos eran el anuncio andante, la publicidad viva, que con una simple entonación lograba que una familia completa saliera de casa a comprar lo que ofrecían. Así nació mi reflexión sobre los pregoneros de Campeche, una figura que más allá de la nostalgia, representa una lección poderosa de marketing humano y auténtico.
El origen de los pregoneros: la primera forma de publicidad sonora
Los pregoneros no son exclusivos de Campeche; se trata de una tradición que se remonta a la época colonial. En un mundo sin radio ni televisión, la voz era el medio más efectivo para anunciar productos o servicios.
En Campeche, ciudad de puerto y comercio, los pregoneros fueron pieza clave. Vendían pan, frutas, pescado fresco o servicios como afiladores de cuchillos. Cada uno tenía su pregón particular: un canto, una entonación o incluso una pequeña melodía que lo distinguía de los demás.
Lo interesante es que, sin saberlo, ya aplicaban principios de branding:
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Tenían un tono único que los hacía reconocibles.
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Usaban repetición constante, logrando recordación de marca.
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Generaban confianza y cercanía, pues la gente los veía todos los días.
En otras palabras, eran la versión analógica de lo que hoy es un logo sonoro o un jingle publicitario.
Pregoneros de Campeche: una tradición que persiste
En pleno 2025, los pregoneros siguen existiendo en Campeche. Basta caminar por los barrios tradicionales para escuchar al tamalero, el heladero con su campanita o el panadero con su triciclo y su clásica palmada.
Aunque ahora conviven con los supermercados y las apps de mandaditos o didi, siguen siendo competitivos porque ofrecen algo que ningún algoritmo puede dar: calidez humana, cercanía y confianza comunitaria.
Muchos campechanos esperan escuchar al pregonero porque eso significa que el producto es fresco y auténtico. Además, hay un componente emocional: la voz del pregonero no solo anuncia comida, sino que evoca recuerdos y crea comunidad.
El pregón como estrategia de marketing emocional
El pregón no solo es un grito para vender; es una estrategia de marketing emocional.
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Conecta con la memoria auditiva: Basta escuchar la voz del panadero para evocar la infancia.
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Genera urgencia: El pregonero pasa, y si no compras en ese momento, lo pierdes.
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Crea comunidad: No es un mensaje masivo y frío; es personal, cercano y repetido cada día en la misma calle.
Esto nos recuerda que, aunque hoy vivimos en la era del e-commerce y las campañas digitales segmentadas, la emoción sigue siendo el motor más fuerte de compra.
Comparación: pregoneros vs marketing digital
| Elemento | Pregoneros | Marketing Digital |
|---|---|---|
| Medio de comunicación | Voz humana en la calle | Plataformas digitales (Facebook, Google, TikTok) |
| Audiencia | Comunidad local | Audiencia segmentada global |
| Estrategia | Repetición y cercanía | Análisis de datos y segmentación |
| Costo | Bajo, solo esfuerzo humano | Variable, depende de inversión en pauta |
| Impacto emocional | Alto, directo, nostálgico | Depende del contenido y creatividad |
Lo interesante es que ambos comparten un principio común: la necesidad de captar la atención del consumidor. La diferencia es que los pregoneros lo logran con su presencia física y su voz, mientras que el marketing digital utiliza algoritmos y anuncios personalizados.
El futuro de los pregoneros en Campeche
¿Desaparecerán los pregoneros? Es posible que su número disminuya, pero difícilmente se extinguirán.
Hoy algunos ya se adaptaron: además de pregonar en las calles, usan WhatsApp para avisar a sus clientes o crean grupos de difusión para anunciar promociones.
En un mundo cada vez más digital, los pregoneros podrían transformarse en embajadores del comercio local, combinando tradición oral con herramientas digitales. Imagina un pregonero que, además de pasar por tu calle, envíe un audio a tu celular con su característico grito. Sería la mezcla perfecta de tradición y modernidad.
Lecciones de marketing que nos dejan los pregoneros
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La repetición es clave para posicionar un producto.
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El branding no siempre necesita de logos; a veces basta con una voz.
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La confianza comunitaria es más poderosa que cualquier anuncio pagado.
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El marketing emocional genera lealtad a largo plazo.
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Adaptarse sin perder esencia asegura la supervivencia.
Mientras terminaba de escribir este artículo, volvió a pasar el vendedor de elotes frente a mi casa. Y pensé: él no necesita un gran presupuesto de publicidad, ni segmentación de audiencias, ni algoritmos que lo favorezcan. Solo necesita su voz, su producto y la confianza de su comunidad.
Esa es la magia de los pregoneros de Campeche: nos recuerdan que el marketing más poderoso es el que conecta con las personas de manera auténtica.
Y así como me inspiró el pregón de un vendedor, quiero invitarte a seguir explorando mis artículos, donde descubrirás más historias y estrategias de marketing que unen lo tradicional con lo moderno. Y si deseas llevar tu negocio a otro nivel con un enfoque humano y estratégico, estaré encantado de acompañarte en ese camino. Contáctame.
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